Área de Matrimonios
Iglesia Jesús El Buen Pastor creemos que el matrimonio es mucho más que un contrato civil con beneficios legales. El matrimonio es una parte esencial del plan de Dios. La Biblia nos enseña las expectativas de Dios en cuanto al matrimonio y nos brinda consejos prácticos sobre la relación.
El matrimonio es una relación
El matrimonio es un concepto eterno. Tiene por objeto ser una relación amorosa, íntima y desinteresada entre un hombre y una mujer que perdure por la eternidad.
El matrimonio es una relación de amor
La Biblia enseña: “Maridos, amad a vuestras esposas” (Efesios 5:25) y “enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos” (Tito 2:4).
El amor en el matrimonio puede ser más profundo y más abnegado que en cualquier otra relación.
Es este tipo de amor el que Jesús espera de sus seguidores, y es la virtud que más necesitan las parejas.
El matrimonio es una relación de intimidad
El matrimonio implica una cercanía espiritual, emocional y física.
En el Antiguo Testamento se nos enseña: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24).
Las parejas casadas han de permanecer unidas de todas las maneras posibles.
La intimidad sexual es una expresión de amor que brinda felicidad y unidad al matrimonio. Es también el poder por el cual los matrimonios pueden multiplicarse y henchir la tierra (ver Génesis 1:28).
La intimidad es una bendición que puede conducir al gozo incomparable de los hijos como parte de la unidad familiar eterna.
El matrimonio es una relación desinteresada
El Salvador enseñó: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Los matrimonios pueden aprender una poderosa lección de esta enseñanza.
Como cónyuge, se espera que dejes de lado tu antigua vida y que sacrifiques muchos de tus deseos personales por tu amigo más cercano: tu esposo o esposa.
Cuanto más capaz seas de situar a tu cónyuge en primer lugar y de mantenerte centrado en el éxito de tu relación, más fuerte será tu matrimonio.
El matrimonio es una relación de compromiso
La mayoría de los matrimonios se basan en el amor, pero el desafío es decidirse a mantener y hacer crecer ese amor. Ahí es donde interviene el compromiso. Dios considera que el matrimonio es un acuerdo entre el esposo y la esposa, así como un compromiso entre la pareja y Él. Él espera que nos consagremos a la relación y reconozcamos nuestras responsabilidades, obligaciones y lealtades para con nuestro cónyuge, así como con Dios. Las Escrituras pueden enseñarnos cómo hacerlo.
El matrimonio es una relación que hay que ser paciente
El matrimonio puede requerir un trabajo arduo. Pero recordar que se basa en el amor nos proporciona dirección. “Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente amor”, aconseja Pedro en el Nuevo Testamento, “porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8). Cometerás errores. Tu cónyuge también. Sean pacientes y considerados el uno con el otro. Asuman los momentos difíciles en su relación “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a otros los otros en amor; solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:2–3).
El matrimonio es una relación para ser feliz
La labor de tu cónyuge no es la de hacerte feliz todo el tiempo. Ambos deben esforzarse para fomentar la felicidad en el matrimonio. Así que dediquen tiempo a hablar, a reír y a divertirse. “Regocíjate con la esposa [o el esposo] de tu juventud” (Proverbios 5:18) y “goza de la vida con el [cónyuge] que amas todos los días de la vida” (Eclesiastés 9:9).